Iko Brote Verde

Nombre: Iko Brote Verde
Keko: Iko
Conducta: Niño
Naturaleza: Protector

Atributos Mentales: Inteligencia 2 Astucia 3 Percepción 4
Atributos Sociales: Apariencia 4 Manipulación 1 Carisma 3
Atributos Físicos: Fuerza 2 Destreza 2 Resistencia 2

Habilidades: Alerta 3 Atletismo 2 Empatia 2 Esquivar 1 Pelea 2 Resistencia 1 Armas Cuerpo a Cuerpo 4 (Hacha) Sigilo 3 Supervivencia 3 Trato con Animales 4 Desenfundar Rápido 1 Herbalismo 4 (Plantas Curativas) Ocultismo 3

Méritos y Defectos: Edad Temprana [+1] Bajo [+2] Niño [+3] Impaciente [+1] / Resistente a las Tormentas [-3] Afinidad Animal (Lobos) [-1] Toque Vital [-5] Patrón Resistente [-7]

Esferas: Vida 3 Espíritu 3 Cardinal 1

Trasfondos: Recursos 1 Nervios de Acero 5 Mentor 2 Arcano 2

Fuerza de Voluntad: 5

Tradición: Verbena
Arete: 3 (-6PG)
Q.E: 3

Pertenencias: Palo de Roble, Pantalones, Hacha vieja, Botas, Gorro de forma extraña, Bolsa de Tela de Lona.

Historia:

Las manos se depositaron sobre el vientre de la mujer que estaba dando a luz. Iko Brote Verde había nacido a plena tarde, hace 9 años, en la llanura de la Ciudad de Noshville. Fruto de la unión entre un Garou y una Verbena afiliada a la vida anima, Iko creció rodeado de bosque, animales, y agua. La manada de Garous, Parentelas y Verbenas en la que se crió Iko, se disolvió poco a poco por cuestiones meramente personales. Así pues, quedando seis miembros, abandonaron el mismo Bosque de Noshville, y vagaron hasta otro en el cual esperaban encontrar más miembros de la Parentela, Garous o Magos. El nuevo bosque dejaba atrás 37 largos kilómetros de distancia hasta llegar a Noshville. En el nuevo bosque había un poblado cercano, con escuela. Amaia, la madre de Iko decidió llevarlo allí para que sus niveles de educación fueran mínimos, leer, escribir, sumar restar y poco más. Iko, a sus 6 años sufrió su forzoso despertar, pues, la manada fue asaltada por Nefandos, que hicieron entrar en un Frenesí cobarde a la mayor parte de los Garous presentes, los pocos que quedaron sufrieron los horrendos efectos de la Vida usada para herir. Ojos sin parpados, bocas, narices, y hocicos sellados a cal y canto, oídos que no detectaban nada, y piel que se caía a pedazos. Un milagro, sí, un milagro fue que Amaia consiguiese detener a aquellos magos destinados a la Descensión el tiempo suficiente como para que a Iko, le diese tiempo a esconderse. Éste se escondió, horas y horas después, volvió al lugar del crimen, observando sin derramar lagrima alguna y en un profundo shock, como sus amigos, familiares y padres, yacían en el suelo. Se tumbó al lado de su madre, y cerró los ojos. Meses después, despertó en una granja, a las afueras del bosque de Noshville. Tras un sueño tan largo, a Iko le costó recordar su aprendizaje, incluso andar de nuevo. Tres largos años separan a Iko de aquella gran perdida, provocandole ahora Odio, temor, y mucha tristeza. Los granjeros, quienes los sacaron de allí, murieron por vejez. Iko tenía que marcharse, apenas lo trataron bien, un mendrugo de pan y trabajar como un esclavo, una montaña de paja para dormir, y un hacha para cortar ramas que hicieran lumbre. Era hora de volver al comienzo…