Ijhiko Khan

Nombre: Ijhiko Khan
Keko: Ijhiko Khan
Conducta: Protector
Naturaleza: Soñador
Pryo: Día

Tribu: Khan
Raza: Felino

Atributos:
Fisicos: Fuerza 4 (Levantamiento de Peso) Destreza 3 Resistencia 3
Mentales: Inteligencia 2 Percepción 3 Astucia 3
Sociales: Carisma 1 Manipulación 1 Apariencia 4

Habilidades:
Técnicas: Alerta 3 Atletismo 3 Empatia 1 Esquivar 4 Intimidacion 1 Pelea 4 Resistencia 2
Talentos: Armas Cuerpo a Cuerpo 4 (Hakarr) Sigilo 3 Desenfundar Rapido 4
Conocimientos: Ocultismo 3 Lingüistica 3

Trasfondos: Baratija 4 (Hakarr de Plata) Reino Guarida 1 (Llanura) Renombre 4 [-5PX] Nervios de Acero 3

Dones: Generales: Sentir la mano del Deshacedor (1, -7pg) Lamer Heridas (1) Primera Acomedita (2) Vuelo de Impala (3) Felino: Marcar como Mío (1) Salto del Asesino (2) Ver con los Bigotes (3) Tribu: Piel de Jade (1) Corazon de Furia (2) Patas del Rabioso Tigre (3) Rugido del Dragón (4)
Rangos: Aka (2)
Rabia: 5
Gnosis: 6
Fuerza de Voluntad: 5 (-3)

Meritos: Berserker (5) Frenesí Voluntario (2) Corredor Natural (1) Tirador Experto (2) Inoloro (2)
Defectos: Curiosidad (-2) Inculto (-5)

Historia:

Criado entre los mas feroces tigres de Tokio, Ijhiko Khan fue uno de los mejores guerreros y aprendices en el entrenamiento de cualquiera de sus formas, puesto que desde que nació se sabía casi al cien por cien, que sería un gran Bastet. A sus 2 años Felinos sufrió su primer cambio, fue guiado por su Kuasha y separado por el mismo de su familia durante 365 dias. Los Yavas fueron confesados por el Kuasha a Ijhiko por su gran labor como aprendiz, sería una de esas personas que Ijhiko nunca olvidaria. El Kuasha antes de marchase le comentó que su obligación era librar a todo el que pudiese de las cercanías del Calash. Tras experimentar su libertad durante un año en el mismo Tokio, cerca de su familia, pero sin influir ambos en relaciones más que puntuales, fue recompensado por su padre durante una Taghairm que éste organizo, con un Hakarr. Agradecido, Ijhiko con el tiempo, deicidió embarcar en aventuras, se acercó al puerto y, que la suerte lo guíase.